viernes, 10 de junio de 2011

Cómodo, el emperador que quiso ser gladiador

El emperador CómodoLucio Aurelio Cómodo Antonino, más conocido como Cómodo, fue el nombre completo de uno de los emperadores romanos de biografía más esperpéntica. Muchos lectores recordarán al personaje gracias al film Gladiator, donde Joaquin Phoenix construyó un notable personaje aunque bastante alejado de la realidad histórica.

Cómodo era hijo del gran emperador Marco Aurelio, al que sucedió sin incidentes (y sin necesidad de asesinarlo como en la película sucede). Todo parecía augurar un reinado venturoso, pues el nuevo monarca había gozado de una educación exquisita y criado por un padre digno de ser imitado por sus grandes virtudes y profundidad intelectual. Cómodo había compartido las responsabilidades de gobierno junto a Marco en los últimos años de reinado, así que gozaba de experiencia a pesar de su juventud en el momento de ceñirse la corona (19 años)

El príncipe era bello de rostro. Los historiadores mencionan sus hermosos y ensortijados cabellos rubios. Guapo y bien criado, parecía que iba a ser un gran gobernante, todo se había preparado para ello.

Busto de un joven Cómodo, antes de asumir el tronoSin embargo, no fue así. Al muchacho no le interesaban los asuntos de estado, que pronto dejó en manos de sus más directos colaboradores. El prefería cultivar su cuerpo, del que estaba muy orgulloso. Se pasaba los días ejercitándose junto a sus amigotes, mientras sus secretarios se enriquecían vendiendo los cargos públicos. Con el tiempo el descontento se instauró en el Senado y el ejército, a quien el emperador siempre trató con desprecio, buscando cualquier ocasión para humillarlos públicamente. Para todos era demasiado evidente la diferencia entre el buen gobierno que los anteriores emperadores (Trajano, Adriano, Antonino y Marco Aurelio) habían dado a Roma y el actual estado de cosas. Pronto se fraguaron varias conspiraciones para eliminar al emperador. Sin embargo, Cómodo consiguió desbaratarlas todas a tiempo, aunque sus chambelanes Saotero y Cleandro después pagaron con su vida el excesivo poder que el emperador les había concedido. También miembros de su familia, unos inocentes y otros no, murieron por su implicación en diversas conjuras contra su vida, como su propia esposa Brutia Crispina o su hermana Lucila.

Joaquin Phoenix fue Cómodo en el taquillazo GladiatorLos sucesivos intentos de asesinato hicieron de Cómodo un ser todavía más desconfiado. Su carácter se extremó y vinieron los delirios de grandeza. Creía a pies juntillas que era la reencarnación del dios Hércules y se hizo representar como tal. Empezó por cambiarse el nombre a sí mismo (acabó su reinado con el breve nombre de Lucio Aelio Aurelio Cómodo Augusto Hercúleo Romano Exsuperatorio Amazonio Invicto Felix Pío) y después a todas las instituciones. Después de un incendio rebautizó a Roma como Colonia Lucia Annia Commodiana y sus ciudadanos como comodianos. También los meses del año recibieron cada uno un nuevo nombre, concretamente los del propio emperador. El Senado y las legiones también tuvieron que aceptar nuevos nombres a gusto del soberano, que se dio a si mismo los modestos títulos de Pacificador del Mundo y Señor Nuestro.

Cómo con su traje favorito, el de HérculesComo ya hermos dicho, Cómodo estaba inmensamente orgulloso de su belleza física y del hecho de ser zurdo. Para demostrar su poderío comenzó a combatir en los espectáculos de gladiadores a los que el pueblo romano era tan aficionado. Según las crónicas, nunca fue derrotado en la arena, llegando a acumular más de 700 victorias. Lo que también dicen las crónicas es que sus adversarios tenían que luchar con armas inferiores y probablemente drogados, todo para facilitar la victoria del emperador gladiador y alimentar su ego. La crueldad de Cómodo llegó a límites difícilmente asimilables, pues llegó a asesinar a mutilados de guerra a sangre fría en la arena, donde estos habían sido maniatados para el disfrute del loco coronado.

Por supuesto, este estado de cosas no podía durar eternamente. Roma se cansó de aguantar a un tipo que se creía la reencarnación de Hércules y se paseaba vestido como tal, piel de león incluida. La conspiración final se valió de la amante principal del emperador, la cristiana Marcia, que envenenó la comida de éste. Sin embargo, Cómodo vomitó el veneno y se fue a darse un baño. Los conspiradores se dieron prisa y enviaron al liberto Narciso, que lo estranguló en la bañera. Nada más conocerse la muerte del tirano, el Senado derogó todas sus disposiciones, derribó sus estatuas y condenó la memoria del difunto, cuyo nombre fue borrado de todas las inscripciones públicas. El Imperio quedó sumido en el caos, que fue aprovechado por la guardia pretoriana, que tuvo la desfachatez de subastar el cargo de emperador al mejor postor. No hace falta decir que hicieron un gran negocio, pero esto ya es otra historia.

Crispina, esposa del emperador, acabó su vida desterrada y asesinada en una isla

El historiador Dion Casio fue contemporáneo de estos acontecimientos, es la principal fuente para conocer la época. Su juicio sobre el inepto Cómodo hace de él una persona no mala por naturaleza, que se hizo un monstruo por el hecho de disfrutar de un poder absoluto. Su poca habilidad como gobernante se vio agravada cuando su carácter se hizo más oscuro a raíz de las diversas intentonas de acabar con su vida. El miedo y la suspicacia hicieron de un joven limitado por una inteligencia mediocre un tirano insoportable y homicida. O al menos eso es lo que nos han contado.